Translate

Vistas de página en total

martes, 21 de septiembre de 2010

Ajedrez y huracanes



Estoy jugando ajedrez por internet. Ya ha entrado la noche. Suena el teléfono. Contesto y oigo una voz familiar. Es la voz de Reme, la mamá de la novia de mi hijo. Me pregunta que cómo estamos, porque en todos los noticieros de Estados Unidos, los medios de comunicación lanzan noticias alarmantes sobre el paso del huracán Karl (de categoría 3) en Veracruz e incluso en Xalapa, mi ciudad.
-son noticias desgarradoras, impactantes, tremendas
-¿en Xalapa?
-Sí
-¿entonces ésto es un huracán? yo pensé que era una lluvia de septiembre cualquiera
-ya me lo dijiste todo, qué bueno que están bien. Adiós.
Continué jugando ajedrez por internet. La lluvia siguió con su labor. Me fuí a cenar con mis hijos y la hija de Reme. Nos burlábamos de los noticieros alarmistas.
Como a las dos de la madrugada, la lluvia era más intensa y se escucharon un par de truenos muy agresivos. Nos percatamos de que sí era un huracán. Parecía un dios furioso por nuestros pecados.
Se nos encogió el alma, pero no volvió a relampaguear ni a tronar. Nos fuimos a dormir tranquilamente. No había pasado nada.
Al día siguiente, las noticias: "el peor huracán que ha golpeado a Veracruz en los últimos 75 años. Entró por La Mancha junto a la central nucleo-eléctrica de Laguna Verde y la Playa Norte del Puerto de Veracruz". Venía directo hacia nosotros, los xalapeños. Sin embargo, algo lo detuvo.
De inmediato comenzaron nuestras conjeturas: la casa de la playa de mi cuñada está junto a la nucleoeléctrica. Mi Tía Encarnación y sus hijos viven en el puerto de Veracruz.
-"todo es amarillismo por televisión", me dije para mis adentros. "Todos los años llueve y se encharcan las calles un poco y los medios de comunicacíón magnifican el desastre". Así que continué jugando ajedrez, con gran indiferencia.
En la pared, a la izquierda de donde tengo mi lap, está colgado un Cristo artesanal que compré en Páztcuaro hace muchos años. Lo miro de reojo mientras veo que en el internet me desafía un jugador que tiene más de 300 puntos menos de rating que yo. Acepto los retos y él inicia con unas aperturas tan malas que me burlo de él en el chat privado y le escribo "oye, tienes nervios de acero para jugar con esas aperturas".
En un partida le gano una pieza de inmediato. En la otra, veo que me prepara una celada inocente. Veo su nick-name y es TheProphetOf Wisdom. ¿El profeta? y no puedo evitar volver a mirar al Cristo de la pared.
Este jugador continúa con su celada y cae en mi trampa. La gano una pieza menor sin compensación para él. Solamente queda su dama en b5, clavándome una pieza y amenazando una captura molesta pero inofensiva en b7.
-"Con Da5, apoyada por otra pieza, lo obligo a cambiar damas, lo cual no le conviene, o a retirarse y de todos modos se queda con su desventaja", pienso.
Como veo que tengo otras jugadas fuertes, me decido por Db6, supuestamente apoyada por el peón a7. Pero, una vez colocada la dama en b6, me doy cuenta de que el peón ya no está en a7. ¡Qué extraño blunder! la secuencia de jugadas fue la siguiente: 1. e4 c7 2. a4? Cc6 3. c3 Cf6 4. b3? Cxe4 5 Df3 Cf6 6. Ca3? d5 7. Cb5?! a6 8 Dd3?? axb5! 9 Dxb5 y aquí es donde hago Db6??? ¿Cómo es posible? ¡Mi contrincante se la pasa haciendo "blunders" y yo contesto regalando mi dama! Me quiero morir ¿¡tanto estudio, tanto entrenamiento y tanta experiencia para salir con eso en un juego claramente ganado!? En otro sitio web, jugando contra un brasileño, llevo un peón de ventaja en una posición semicerrada que huele a tablas.
Inicio una maniobra de caballo "para activarlo", pues está encerrado e inútil. La maniobra culmina con un lance de torre que clava a mi dama contra mi rey. No hay escapatoria.
En mi maquinita de ajedrez estudio un final donde yo ya llevo Rey y Dama contra Rey. Un final muy hecho, que incluso resuelvo en blitz "bala". Pues ahí también regalo la dama. Tres damas regaladas en un mismo día. ¡No puede ser! Llevaba una racha ganadora en tres sitios web.
Volteo a mirar al Cristo de la pared. El Profeta. Mi conciencia dice -¿qué has hecho por los damnificados? sólo jugar ajedrez ¿ya hiciste un donativo? ¿ya le hablaste a tu Tía Encarnación?
-¡La tía Encarna! ¡Dios mío! ¡vive en Veracruz en una zona que se inunda con frecuencia!
-Los donativos... ¡uf! La semana pasada fuí a Cadereyta a un torneo presencial, en tierras lejanas y, aunque entré a tercera fuerza, perdí la primera ronda con un niño que sólo me ganó a mí. Aunque me mantuve invicto las cuatro rondas siguientes, no alcancé a cobrar premio alguno.
-Todo el año he estado saliendo a jugar a tierras lejanas y no he ganado un solo premio. Tengo la tarjeta de crédito acercándose a un nivel de endeudamiento peligroso.
Decido aprovechar que tengo que ir al Banco a pagar unos adeudos para hacer un donativo y acallar mi conciencia. Pero antes quiero contestar mis partidas por internet. No puedo avanzar rápido: la lap se desconecta a cada instante y finalmente no puede abrir ni el google. En el internet público sucede lo mismo.
-No importa. Después juego. Salgo a pagar mis deudas y a hacer el donativo. Pero el coche deja de funcionar en una avenida peligrosa. Me ayudan unos seres humanos como caídos de el cielo y decido llevar el coche al taller. Es lunes, me lo reciben hasta el jueves. No me atrevo a manejarlo. El coche se queda en el taller aunque lo van a empezar a revisar hasta el jueves. Entonces decido ir al Banco en bicicleta, pero tiene las llantas desinfladas. Paso al taller para inflarlas. El taller está cerrado y la bicicleta, más que ayuda, se convierte en un estorbo.
Nada me detiene. Llego al Banco y, una vez hecho el donativo, la cajera me agradece con voz angelical. Como una cascada de sonidos dulces y brillantes de campanitas doradas. Realmente, no dí mucho. Mil pesos. Pero la sonrisa implícitamente me dice "ojalá hubiera más gente como Usted, quienes, aunque están endeudados, sacan de donde no hay para brindar una ayuda y, un poquito entre muchos es una gran cantidad".
-"Bueno, vale", responde mi conciencia con acento español. Tal vez ha visto muchas películas de Almodóvar. Regreso al ajedrez on-line en otro ciber público y con nuevos bríos. Fulanito de Tal se rindió -¿ya tan pronto?
Un Ruso al que le gané un caballo en el medio juego amenaza coronar dos peones ligados. Su rating es inferior al mío.
-¿y la Tía Encarna?
-¡La Tía Encarna! Tomo el teléfono. Llamo a su casa. No contesta. Llamo al celular de una de las primas. Tampoco contesta. Me empiezo a poner nervioso. LLamo al taller del primo Fito y por fin contesta.
-Acá todos bien. Estamos trabajando. Pero las casas se inundaron. Estamos todos dispersos, unos durmiendo en un hotel, otros con una amistad, otros con Mauricio.
-¿Necesitan algo?
-No. Acá la vamos pasando. Bueno, ya te dejo porque tengo mucha chamba.



Retomo el ajedrez. Es tan fuerte la amenaza del Ruso que tengo que sacrificar el caballo por un peón pasado y poner la torre atrás del otro peón pasado. Mi ventaja se ha esfumado. Ahora él tiene un peón de ventaja y amenaza con capturar otros. Su rating tiene menos de 400 puntos que el mío.
Llega la hora de la comida. Platico con mi esposa comentando ambos las noticias.
-Hay gente que está en la azotea de sus casas con el agua a los pies.
-pero la casa de playa de Susana está a salvo. La Tía Encarna, también.
La Tia Encarna llegó huyendo de la Guerra Civil Española. Sus padres, mis abuelos españoles, eran muy pobres. Hicieron un gran esfuerzo para enviar a sus hijos a México, país maravilloso y en aquél entonces, generoso con los emigrantes. ¿Qué ha pasado con nuestro país que ahora es vergonzoso el trato que se dá a los emigrantes? Ella era la menor de siete hermanos. De modo que era la más pobre.
Recuerdo el día de su boda. Yo tendría cuatro años de edad. Ella estaba tan bonita, vestida de blanco, bañada con arroz. También viene a mi memoria cuando vivía en "Los Reyes", Estado de México. Un sitio árido que lo único bueno que tenía es que se parecía a ciertas zonas de Andalucía y se podían sembrar olivares.
Pero para llegar ahí, terníamos que hacer un gran esfuerzo, pues no había medios de comunicación amables.
Gran alegría me causó cuando se fueron a vivir a Veracruz, en un departamento cerca del barrio de La Huaca. Vivía en el piso más alto del edificio, con una vista envidiable de la bahía porteña.
Muchos de los momentos más agradables de mi vida son los torneos de ajedrez que he jugado en el puerto de Veracruz. Quizá una de las razones era irle a presumir a la Tía, pues por esas fechas gané un torneo y alcancé premio al tercer lugar en otro.
En otra visita al puerto con motivo del ajedrez, estaba entrando un "norte" a Veracruz. Las ráfagas de viento, el mar negro, siniestro y agitado, los truenos, un relámpago junto a una casa abandonada que ilumina el rostro de un menesteroso que se rie malignamente de mi sorpresa, todo eso me motiva a escribir la composición musical "cuando el Tajín se desata". El Tajín es el "Dios Trueno" entre los totonaca, deidad asociada al huracán.
El antropólogo Roberto Williams, que en paz descanse, bien o mal, realizó muchos estudios sobre dicha leyenda. Pero, como todo académico, tiene sus detractores. Tal vez una exalumna reprobada por él, pero que ahora cuenta con un Doctorado. O tal vez por otra razón y el maestro estaba equivocado. Que lo decidan los antropólogos.
Pero esa leyenda y una noche con vientos huracanados y relámpagos en el Puerto de Veracruz, me inspiraron esa composición musical. Fue estrenada por la Orquesta Filarmónica de Querétaro, en un auditorio con 3000 espectadores. Mi composición compartió honores con "El Bolero" de Ravel y "La Sinfonía del Nuevo Mundo" de Dvoràk. Me felicitaron muchas gentes, entre otras, el mismísimo C. Gobernador del Estado de Querétaro.
Leyendo los escritos de Roberto Williams, él advertía que los totonacas sabían que cada once años el "Dios huracán" se desataba. Y construyeron muros de contención y canales de desagüe para evitar que las aguas destruyeran la ciudad sagrada donde está la bellísima Pirámide de los Nichos, orgullo y emblema de Veracruz.
Pero los modernos lo olvidaron. Construyeron presas hidroeléctricas por aquí y por allá y derribaron el muro de los Totonacas.
En 1998, hubo una inundación que estuvo a punto de acabar con la pirámide. Una de las razones es que se habían abierto urgentemente las compuertas de la presa de Necaxa, en el vecino Estado de Puebla.
¿Qué las autoridades que manejan el agua de las presas no saben que entre mayo y noviembre en México es temporada de huracanes?¿Porqué no abren las compuertas un mes antes en vez de esperar a que la naturaleza las desborde?
No, las tienen que mantener cerradas hasta que sea imposible contener al rio y abrirlas urgentemente, provocando que las aguas se traguen ciudades y poblaciones enteras, ocasionando también un grave perjuicio a la ganadería y a la agricultura.
Vuelvo al ajedrez. Hay un desafío para mí en el internet. El nickname del retador es ¡robertwilliams! y vive en Gibraltar. Me invita a jugar la Caro-Kann. Yo soy jugador de Defensa Siciliana. Odio la Caro Kann. Pero acepto el reto para estudiar los puntos flacos de la B12. Entramos a la B13. No importa, también es Caro-Kann.
Qué curioso nombre y apellido del retador. Tal vez es inglés, pues vive en Gibraltar. ¿Será Simon Williams, el autor de Play the Classical Dutch? No creo, su rating anda en 1680, igual que el mío.
-¿Y la Tía Encarna? ¡La Tía Encarna! Me llega un mensaje de mi mamá, me dice lo que ya sé, que se inundó, que está con el primo Mauricio, que no contestan ni el teléfono ni los celulares. Pero me da el teléfono del primo.
La Tia Encarnación trabajó muy duro para hacer su patrimonio. Aunque le gustaba leer y tiene su cultura, prefirió ser comerciante toda la vida. Ella y su esposo se dedicaron al comercio, tenían una tienda en Soledad de Doblado, una población no tan cercana a Veracruz. Salían desde temprana hora a atenderla o abastecerla y regresaban por la noche.
Tenían que circular por la carretera federal, de tráfico pesado. Todos los días ocurren accidentes graves. Da miedo viajar por ahí.
Cuando se cambiaron al fraccionamiento Prado-Floresta se me hizo más difícil visitarlos. Llegar a ese lugar implica descifrar un laberinto. Su tienda la pasaron de Soledad de Doblado a este fraccionamiento, por razones prácticas.
Hablo a la casa del primo. Me comunican con la Tía Encarna. Tal vez hago una broma inoportuna, pero con la idea de provocar una risa liberadora. Me responde:
-Hola hijo, estamos bien todos. La casa de la prima quedó bajo el agua. Como la casa de nosotros es de dos pisos, nosotros estuvimos a salvo en el segundo piso, hasta que nos rescataron. Pero la tienda -me dice con la voz quebrándosele- la tienda estaba en el piso de abajo. Se cubrió toda de agua y lodo. Se echó a perder todo.
Ofrecí ayuda, comentando la situación de mi tarjeta de crédito. Me sentí como una chinche cuando mi tia me contestó:
-Hijo, el daño patrimonial es tan grande que no se resuelve con un préstamo ni con la ayuda del Gobierno. Nos quedamos en cero. Tenemos que empezar desde abajo otra vez.
La historia de mi Tia Encarnación es verídica. Como ella hay miles de veracruzanos y tabasqueños que lo perdieron todo en una noche.
Mi patrimonio no alcanza ni para devolverle la mitad de lo perdido a mi tía. ¿qué más puedo hacer? O.K. tengo un blog de ajedrez. Les voy a recordar aquello de "Gens una sumus" (somos una familia).
México siempre ha estado en pie de ayuda para apoyar a otros países víctimas de los desastres naturales: en Nueva Orleans, en Haití, en Chile. En los setenta en el temblor de Nicaragua, etc. Pero ahora nos tocó a nosotros. Si quieres hacer un donativo en especie, amable lector, se necesitan alimentos enlatados, agua embotellada, pañales desechables, medicinas. Y por favor, que no estén caducados o próximos a caducar. Las latas con abrelatas. Los puedes enviar a




  • World Trade Center. Bulevar Adolfo Ruiz Cortinez No. 3497, Col. Ylang Ylang, Boca del Rio, Veracruz, México.

  • Auditorio Benito Juarez, Avenida Salvador Díaz Mirón número 1500 Col. Centro, Veracruz, Veracruz, México.

  • DIF Estatal. Av. Miguel Aleman No. 149, Col. Federal, Xalapa, Ver., México.

  • Para donativos económicos, cuenta 3030, sucursal 100, Banco Banamex, fomento social.
  • Si alguien desea apoyar directamente a mi tia Encarnación, por favor hacer el donativo a la cuenta de su esposo, la cuenta 1278802173 de BBVA-Bancomer, a nombre de José Máñez Andreu.

En caso de confusión, acude a la Embajada o Consulado de México en tu país. Si sabes otro idioma, por favor traduce este escrito y publica tu blog o envíalos a tus contactos, distribúyelo en las redes sociales, o lo que se te ocurra.



Probablemente ya perdí algunas partidas por forfeit mientras escribía este llamado. Pero creo que hice lo correcto. Por tu comprensión y tu ayuda, muchas gracias. Atentamente, Francisco González Christen. P.D. Mi nickname en todos los sitios donde juego ajedrez por internet es Frankgon.