Translate

Vistas de página en total

lunes, 7 de marzo de 2016

El silencio de los tontos apoya a la impunidad

Cuando empecé a trabajar, me pareció que era un abuso que se me descontara el 7% para el IPE. "No seas tonto, es un ahorro, para que cuando tengas treinta años de servicio y te jubiles".
"Ah, entonces está bien, me sacrifico unos años y el resto de mi vida podré dedicarme a componer música". Porque me gustaba la música de vanguardia y sabía que no tenía porvenir comercial. Trabajé treinta años en la Facultad de Música. A veces no era agradable: de vez en cuando tenía que hacer el papel de niñero de juniors, cuyo influyente padre no había educado bien a su prepotente hij@. No fue un trabajo del todo desagradable; pero, en fin, era un trabajo que me mantenía cerca de mi misión en la vida, a la vez que me alejaba de ella.
Lo que si debe quedar claro es que no me jubilé para pasar el resto de mis días plantado en la Plaza Lerdo o cualquier otro lugar manifestandome para defender mis derechos y los de mis similares, todo porque a una serie de corruptos e impunes funcionarios se les ocurrió la idea de que nuestro dinero era suyo.
Tampoco me jubilé para estar defendiendo -como abogado- a amigos injustamente encarcelados por dichos corruptos e impunes funcionarios. Estos amigos, agraviados por el sistema, no tienen ni un solo peso para pagarme los servicios como abogado. No obstante, la amistad me compromete a defenderlos, pero el sistema viciado hace prácticamente imposible su defensa.
Igualmente puede decirse de mis vecinos, quienes constantemente tenemos que estar vigilando que algún vivo no quiera privatizar nuestras áreas verdes, para después vendérselas a valor catastral a un amigo.
Hoy, una vez más, me veo forzado por este indeseable gobierno a manifestarme, esta vez en defensa de los derechos de los jubilados, mañana o pasado, para defender a la Universidad Veracruzana. Por cierto, que hoy llegó tarde mi hija a su trabajo. Yo le dí el aventón y vimos que la arteria por la que circulamos estaba con el tráfico colapsado. "Qué raro", pensamos, "nuestra manifestación es a las once y apenas son las nueve de la mañana". Ya de regreso, ví que dos camiones del AU bloqueaban el rumbo de Los Berros, seguramente para manifestarse ellos, a su vez, contra otro abuso de autoridad. No es la primera vez que esto sucede.

No hay comentarios:

Publicar un comentario