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domingo, 11 de noviembre de 2018

Cerebros creativos tras de El Amor en Tiempos Apocalípticos

Tras bambalinas hay una gran actividad, cuyos actores no saldrán a escena, pero su obra es indispensable para el buen desempeño de esta naciente obra: Don Dusc (Derek Uriel Zárate Constela), E Namorado (Elena Namorado) y Lazlo Loza (Eduardo Ernesto Mier Hughes).

Don Dusc es el diseñador del cartel y de las imagenes, salvo las variaciones que aparecieron en este blog. E-Namorado se encargará del vestuario y el maquillaje, en tanto que Eduardo Mier de la iluminación y el diseño de la escenografía, cuya maquilación está a cargo de Florentino Santiago Córdova.

 


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Derek Uriel Sánchez Constela AKA Dusc
Fecha de nacimiento: 16 de enero 1985

Nivel de Estudios: Ingeniero en Sistemas Computacionales, gen. 2008
Sitio web: fb.com/MisterDusc
            mrdusc.deviantart.com
Residencia profesional: Diseño de software didáctico lúdico
Diseño de carteles, volantes, boletos, etc., para el evento Lunas de Octubre, para Katarsis centro de artes.
Diseño de carteles, volantes, boletos, banners, etc., para Tropical: La Ópera Veracruzana, para Katarsis centro de artes.
Diseño de carteles, volantes, banners, stickers, etc., para performers Fishfirika (en La Plata, Argentina), Libélula en (Quito, Ecuador)
Diseño de carteles, volantes, banners, etc., para performista Diseño independiente de imagen corporativa, sitio web y redes sociales para Bindi Herbolaria, Sanante, Restaurante Prehispánico Tecalli, Katarsis, entre otros.
Diseño de publicidad y patrocinio de la Feria del Pan de Muerto Tecalco 2017
Diseño y venta independiente de artesanías propias.
Diseño y venta independiente de máscaras artesanales.
Ilustrador independiente.
Caricaturista para el sitio Buzón Xalapa.
Crítico de cine para el sitio Séptimo Arte Xalapa
Manufactura de props para obras de danza, cosplay y cortometrajes.
 
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Eduardo Ernesto Mier Hughes (Dirección de escena e iluminación)

Licenciado en Escenografía - Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Maestro en Artes Escénicas - Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana.
Especialista en diseños para espectáculos de Danza Contemporánea. Fue diseñador residente de
la compañía de danza Barro Rojo por más de 10 años. Ha diseñado escenografía e iluminación
para coreografías de Serafín Aponte, Bill de Young (EEUU), Sondra Loring (EEUU), Alejandro
Roncería (Canadá), Ángeles Díaz, Cecilia Zárate, Alejandro Schwartz, Bernardo Benítez y
Lidya Romero, entre otros. En 1992, para “Barro Rojo”, escribió el guión original de la obra
Para la Guerra Nacieron los Dioses y los Hombres, producción especial del Festival
Internacional de la Ciudad de México.
Diseños para obras de teatro dirigidas por María Pankova, Martín Zapata, Carlos Converso,
Mauricio Jiménez, Marco Antonio Pétriz, Armando García, Alejandro Ricaño, Brian Richmond,
Giles Hogya y Warwick Dobson (Canadá), además de montajes de ópera y zarzuela. En 1990
recibió el Premio Manolo Fábregas a la mejor Escenografía, en el Concurso de Teatro
Independiente Virginia Fábregas, por la obra Vamos Cuentiando. Becario del programa Jóvenes
Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en el período 1994-95 y del Fondo
Estatal para la Cultura y las Artes de Coahuila, 2006-2007. En 2010 colaboró con el Theater Ten
Ten de Nueva York, con el Victoria Theatre Guild y con la Universidad de Victoria (Canadá).
Jurado Calificador en la 1a y 2a edición del Premio a la Creación Coreográfica Guillermina
Bravo; Xalapa (1999 y 2000). Asesor de Iluminación en el Festival Caribe Veracruz 2000.
Desde febrero de 2003 hasta mayo de 2005 formó parte de la Comisión de Planeación del
Fondo Estatal para la Cultura y las Artes del Estado de Veracruz.
Actualmente es responsable del Laboratorio de Producción de la Facultad de Teatro de la
Universidad Veracruzana y catedrático de la misma institución. Ha impartido cursos de
Escenografía e Iluminación para el Centro Estatal de Bellas Artes de Yucatán (1989);
Asociación Nacional de Profesionales de las Artes Escénicas (1993); Sociedad Mexicana de
Maestros de Danza (1998); Centro Nacional de las Artes y la ENDCC (1998); Instituto Estatal
de la Cultura de Guanajuato (1999); Instituto Veracruzano de Cultura (1999); 1° Encuentro
Nacional de Estudiantes de Teatro Xalapa 2001; Centro Veracruzano de las Artes (2007-2008) y
para la Facultad de Danza de la UV (2016)
En 2014 publicó el libro: Iluminación escénica: del Barroco a McCandless, - Libros de Godot.
Entre sus principales actividades, destacan:
TEATRO
Vamos Cuentiando (1990) (Escenografía, Iluminación y Vestuario) - Espectáculo de Armando
Garcia; Grupo El Fauno
(Premio "Manolo Fábregas” a la mejor Escenografía, en el Concurso de Teatro “Virginia
Fábregas”)
La Gaviota (1999) (Iluminación) de Anton Chejov - Dir. María Pankova Organización Teatral
de la Universidad Veracruzana
Hamlet (2002) (Escenografía e Iluminación) de William Shakespeare - Espectáculo de Carlos
Converso. Fac. de Teatro de la UV
El Insólito Caso del Sr. Morton (2003) (Iluminación) - Espectáculo de Martín Zapata
Fac. de Teatro de la UV
Lágrimas Crueles (2006) (Iluminación) - Espectáculo de Brian Richmond
Fac. de Teatro de la UV
Amigo’s Blue Guitar (2007) (Iluminación) - Espectáculo de Giles Hogya
Fac.de Teatro de la UV
Orquídeas para un segundo funeral (2008) (Iluminación) de Martín Zapata
Fac.de Teatro de la UV
Esperando a Godot (2008) - (Iluminación) de Samuel Beckett - Espectáculo de Giles Hogya.
Fac.de Teatro de la UV
Encrucijada (Las brujas de Salem) (2011) (Iluminación) Texto de Arthur Miller. - Dir. de
Mauricio Jiménez. Fac.de Teatro de la UV
El siniestro plan de Vintila Radulezku (2011) (Iluminación) de Martín Zapata.
Foro Fernando Torre Lapham, Fac. de Teatro de la UV
El zoológico de cristal (2014) (Iluminación) - de Tennessee Williams. Dir. Giles Hogya. Fac. De
Teatro de la UV
Soneto para dos Almas en Vilo (2012) - (Iluminación) Espectáculo de Martín Zapata
Foro Fernando Torre Lapham, Fac. de Teatro de la UV
Roma al final de la vía (2013) - (Dirección Escénica) de Daniel Serrano; Grupo Teatro Vía
Sylvia (2014) - (Dirección Escénica, escenografía e iluminación) de A.R. Gurney
Grupo Gato de Paseo
Frida Kahlo ¡Viva la vida! (2016) - (Dir. escénica) de Humberto Robles; Grupo Teatro Vía
2 monólogos (2017) - (Dir. escénica) de Franca Rame y Darío Fo; Grupo Gato de Paseo Teatro
DANZA
Pechiche (1985) - (Iluminación) Espectáculo de Luis E. Mueckay
Grupo Barro Rojo
Babilonia’s Dancing Club (1987) - (Iluminación) Espectáculo de Luis E. Mueckay
Grupo Contradanza
Tierno Abril Nocturno (1991) - (Escenografía, Iluminación y Vestuario)
Mujeres en Luna Creciente (1992) - (Escenografía, Iluminación y Vestuario)
De Judas, Diablos, Alebrijes y otros Bichos... (1994) (Escenografía, Iluminación y Vestuario)
Grupo Barro Rojo
El Universo visto por el ojo de una cerradura (1991) - (Escenografía, Iluminación y Vestuario)
Espectáculo de Serafín Aponte. Grupo Barro Rojo
Para la Guerra Nacieron los Dioses y los Hombres (1992)
Guión Original, Escenografía, Iluminación y Vestuario
Producción especial de Barro Rojo para el Gran Festival Ciudad de México
Retrato de Inocencio X (1994) - (Escenografía e Iluminación) Coreografía de Serafín Aponte.
Compañía Serafín Aponte
Adiós a la Filosofía (1998) - (Iluminación) Coreografía de Bill de Young
Escuela Nal. de Danza Clásica y Contemporánea
Golpe de Gracia (2001) - (Iluminación) Coreografía de Lydia Romero
Escuela Nal. de Danza Clásica y Contemporánea
Sueño de Aramara (2000) - (Escenografía, Iluminación y Vestuario)
Isla de Sacrificios (2000) - (Escenografía, Iluminación y Vestuario)
En el Río de las Mariposas (2002) - (Escenografía, Iluminación y Vestuario)
La Catedral Sumergida (2005) - (Iluminación y Vestuario)
Espectáculos de Ángeles Díaz. Grupo Arrecife
Esperas (2002) - (Escenografía e Iluminación) Espectáculo de Alejandro Schwartz.
Grupo Módulo
OTROS DISEÑOS
Cantos de Sol y Resolana (1996) - (Iluminación)
Concierto de Marilú Treviño. Dir. Artística: Mtro. José Luis Sagredo Monterrey 400
Santuarios (2001) - (Escenografía e Iluminación) Espectáculo de Serafín Aponte
Guadalupe Cultural Arts Center. San Antonio, Texas.
Luisa Fernanda (2003) - (Iluminación)
Zarzuela dirigida por el Mtro. Armando Mora. Dir. Musical Mtro. Antonio Tornero Orquesta
Sinfónica Juvenil y Coro de la UV
Frida, un canto a la vida (2007) - (Iluminación) Espectáculo musical de Marcos Lifshitz
Dirección: Octavio Salazar
Twelfth Night de William Shakespeare (2010) - (Escenografía e Iluminación) Dirección de
Judith Jarosz
Theater Ten Ten, Nueva York
Yerma de Federico García Lorca (2010) - (Diseño de Iluminación) Dirección de Warwick
Dobson
Faculty of Fine Arts, University of Victoria, B.C. Canadá.
Puebla y Veracruz (2012) – Iluminación
Producciones de la Escuela Superior de Danza Folklórica Mexicana C’Acatl. Puebla, Pue.
Coreografías del Mtro. Vidal Calvario Tepox.
La Traviata (2015) de Giuseppe Verdi (Iluminación)
A Tempo Productora de Ópera
Payasos (2016) de R. Leoncavallo (iluminación) Ópera dirigida por Armando Mora







Teresita, Sirena y Dalila en El Amor en Tiempos Apocalípticos

Dalila es la amiga del alma de Citlali. Apenas acaba de adquirir la mayoría de edad. Ella baila danzas árabes y es una chica muy espiritual. Es fanática de las culturas árabes preislámicas e incluso anteriores a La Biblia, razón por la cual le propone a Rosario, empresaria teatral, que le ayude a llevar a escena su evento "Ofrenda para Isis". Al principio tienen éxito y logran llevarla incluso al sur de España, hasta que las castigan con un atentado terrorista. Cuando los moros reconquistan el sur de España, encarcelan a Dalila y planean decapitarla. César Gaona, padre de Citlali y marido de Rosario, es un litigante que aboga por ella "a la mexicana". Pero ¿Los sobornos funcionan ante un juez árabe?


Teresita Jimenez encarnará a Dalila y las coreografías de dánza árabe serán de la autoría de Diana Barrón "Sirena". Diana Barrón "Sirena". Antropologa y bailarina. Mención honorífica en los Premios INAH 2011 por la tesis "Estética de la Danza Flamenca en México". Ha realizado etnografìa con grupos gitanos de Veracruz y México, rastreando principalmente su danza. Su trabajo se encuentra en la constante búsqueda integral de la Antropología de la danza y su carácter terapéutico, sanador y poético. Ha tomado clases y continúa su formación maestros nacionales y árabes en lo que es su mayor interés: el folclor del mundo y las danza popular"

Angélica Ramírez y El grupo Katarsis Danza en El Amor en Tiempos Apocalípticos




Originalmente no se había planeado que El Amor en Tiempos Apocalípticos fuese una ópera "a la francesa"; esto es, con danza; no obstante y pese a lo reducido del espacio escénico disponible, la coreógrafa Angélica Ramírez está creando una coreografía apocalíptica diseñada para que el público se compenetre más con la situación que impera en la historia de la obra entre los actos uno y dos. 


 Angélica Ramírez Ruiz. (1945), coreógrafa. Profesora normalista y Licenciada en Artes, opción Danza, por la Universidad Veracruzana (la U.V.). Tomó clases con destacados maestros como David Wood, Tulio de la Rosa, Guillermina Bravo, Takako Asakawa y otros. Cuenta con más de cuarenta años de permanencia en el ambiente dancístico. Impartió ballet clásico durante 15 años en la Facultad de Danza de la U.V. y expresión Corporal para cantantes en la Facultad de Música de la misma universidad. Es fundadora y directora del grupo Katarsis, Danza, grupo que obtuvo una beca para Grupos Artísticos por parte del IVEC. En 2002 Angélica recibió un Estímulo para Creadores con Trayectoria otorgado por el FOESCA del IVEC. En la actualidad se dedica a la enseñanza en el Centro de Artes Katarsis.

En esta ocasión el grupo Katarsis Danza estará integrado por Ivonne Godínez, Rafael Domínguez, Julia Tapia e Isabel Zárate, quienes interpretarán a los cuatro jinetes del apocalipsis. El grupo Katarsis Danza obtuvo un estímulo para grupos artísticos por parte del FOESCA-IVEC hacia el año 2003.



Karen Priego es la directora escénica de El Amor en Tiempos Apocalípticos

La actriz Karen Priego está encargada de la dirección actoral de la ópera en Español El Amor en Tiempos Apocalípticos. Si Usted la vió en La Madre Hippie, sabe de lo que es capaz esta mujer.



Licenciada en teatro con perfil en dirección escénica por la Facultad de teatro de la Universidad Veracruzana. (2009-2013). Ha dirigido los montajes Un día loco de Maruxa Vilalta (2012), El sueño del ángel de Carlos Solórzano (2011), y Marinero, proyecto original dramatúrgico y de dirección escénica. Como asistente de iluminación ha colaborado en los montajes: Payasos, de Ruggiero Leoncavallo, bajo la dirección del maestro Armando Mora (2016); Trópical, ópera dirigida por el Mtro. Francisco González Christen (2015); La traviata, de G. Verdi; Frida Kahlo: ¡Viva la vida! de Humberto Robles (2016); Roma al final de la vía de Daniel Serrano (2013); Amor locura y cartera vacía de Alan Blasco (2015); La pistola de Marisol Torres Goxcón (2011); Bodas de sangre de Marcel Sisniega (2011), Big bang wrong hole de Manuel Domínguez (2010).

Como actriz ha participado en las obras: El despertar y La madre hippie de Darío Fo y Franca Rame (2018) Así es la vida dirigida por Roberto Benítez (2011), De acá de este lado dirigida por Luis Yamá (2009). En el periodo de 2009 - 2011 participó en distintos cortometrajes de la Escuela de cine Luis Buñuel y la Universidad Veracruzana. Fue seleccionada para participar en el VII Certamen Nacional de Teatro etapa regional en Mérida con la obra Fantamas del sueño dirigida por Mónica Melgoza, ganando tres menciones honorificas consecutivas como mejor actriz (2008-2009) y participó en el Concurso de Teatro etapa regional en Misantla Veracruz.

Diego Manrique Azcorra interpretará a César


César Gaona es un abogado litigante acostumbrado a tratar con personas deshonestas. Aunque le fastidia la corrupción, su afición a la bebida y los juegos de mesa le hacen más llevadera la existencia. De apariencia autoritario, su mujer y su hija acaban siempre dominándolo. Aunque le gusta la buena vida y sabe que el mundo se está desmoronando, no se aflige tanto como su esposa Rosario, pues es algo oportunista y tratará de sacar ventaja incluso de la peor situación. Él sólo quiere salir del país para pasear y jugar en torneos internacionales de ajedrez, sin importarle el dinero que va a perder, pero se ve involucrado en una emigración forzada donde los Gaona descienden drásticamente de nivel socio-económico, pues el sur de España, el lugar donde radican, fue reconquistado por los moros y la idea de residir en otro sitio, incluido México, es peor aún. Entre todas las tareas que tiene que desempeñar como abogado de clientes arruinados, está la de librerar a Dalila, amiga de su hija Citlali, quien está procesada por blasfema en el tribunal de un califa corrupto y sanguinario.

Diego Alejandro Manrique Azcorra es quien interpretará el papel de César Gaona. Diego nació en Motul, Yucatán en 1993. 
Desde los 9 años perteneció al coro regional “yidzat il kay” (el arte de cantar) bajo la dirección del maestro de canto Eduardo Zarracino,  teniendo presentaciones en el interior de Yucatán, en el teatro Olimpo de Mérida con el Mtro. Alberto Álvarez al piano (2005), también con el coro “yidzat il kay” dio la bienvenida al tenor Plácido Domingo (2008) como solista de un fragmento de “La Traviata”, junto con el coro fue seleccionado del coro para ir a Washington D.C para recibir el premio “Coming Up Taller 2007”  galardonado en la casa blanca por la Sra. Laura Bush  (enero 2008), luego tomó clases de canto con el tenor yucateco Arturo Martín (2010),  fue becado por el centro cultural “San Francisco Tzacalha A.C.” para estudiar canto en la ciudad de Xalapa, Veracruz (2011), y en el 2012 ingresó a la universidad veracruzana “UV”,  tomando clases de canto con el Mtro. Víctor Manuel Filobello. Ha dado recitales en el centro cultural “San Francisco Tzacalha A.C.” en Mérida, Yuc.  Con el acompañamiento al piano del Mtro. Luis Fernando Luna Guarneros (2013).
Cantante activo dentro del festival “Pepe Domínguez por siempre” en diferentes municipios de Yucatán en los años 2014, 2015, 2016,2017.  Ha participado con la “camareta coral de la facultad de música de la universidad veracruzana” (2014) cantando la pasión según san juan de J.S Bach, bajo la dirección de Rafael Palacios con el papel de servus en el teatro Tlaqná de Xalapa, Ver.      De igual forma dio una gira internacional a Napoles, Italia. En 2016 con el grupo “Ópera Urbana” ofreciendo varios Flashmobs de arias de ópera y música mexicana dentro la ciudad de Nápoles. Ha hecho Ópera en títeres de sombra, cantando el rol de Sigmund de “La Valquiria” de R. Wagner, dentro del Cuarto Coloquio “El títere y las artes Escénicas 2016”.  Ha ofrecido conciertos como solista con academia barroca en el 2016 en sala Tlaqna en Xalapa, Ver. Y en la auditorio del Museo Soumaya en la ciudad de México.  Y Participado en el segundo “Festival de Arte y Música Sacra 2017” en Xalapa, Veracruz. Actualmente es el asistente vocal del Ensamble Kronos en Xalapa, Ver.

NOTA: Los boletos de categoría general ya están en preventa en todos los abarrotes Fasti de Xalapa, Banderilla, Coatepec, Emiliano Zapata, Rinconada, Cardel y Carrizal; los boletos para estudiantes e INAPAM se pueden adquirir en Realia (Instituto Universitario para la Cultura  y la Artes) en Xalapeños Ilustres #66 Centro de Xalapa; y en la Escuela de Escritores y Cinematografía Sergio Galindo de la SOGEM, en Privada de Rafael Ramirez #29 Xalapa-Enríquez. La preventa será hasta el día 29 de noviembre, posteriormente se podrán adquirir en la taquilla del Teatro JJ Herrera.

Monserrat Rodríguez, Rosario y El Amor en Tiempos Apocalípticos

Rosario es una madre mexicana de clase media aspiracional que ha logrado abrirse paso en el mundo de la Gestión Cultural, pues es una empresaria teatral que ha tenido sus logros. Pero la creciente inseguridad en México, inseguridad tanto financiera como policial, han hecho mella en su espíritu fuerte y emprendedor. De todo esto está muy enterada, pues desayuna y cena oyendo el canal noticiero de Torcuata Guerrido Tarabilla. Desconfía profundamente del mundo árabe. Algunas veces sin fundamento. Su marido es un jugador compulsivo y planea ir a un torneo de ajedrez a San Remo en tiempos de crisis económica, en tatno que su hija se enamoró de un chico musulmán y pobretón. Tal vez si fuese novia de un jeque árabe sus nervios estarían más tranquilos.



MONSERRAT RODRÍGUEZ dará vida a Rosario, la madre de Citlali Gaona.

Inició sus estudios musicales en el Instituto Regional de Bellas Artes Orizaba, donde posteriormente ingresó a la "Escuela de música vida y movimiento Ollin Yolistli" con el maestro Armando Gama y Teresa Rodríguez, donde se recibió como Licenciada en Concertista con Dominio en Canto con Mención Honorífica. Participó en el montaje de Die Zauberflöte de W.A. Mozart en las ciudades de Tiefurt y Weimar (Alemania). Participante del Segundo Festival Internacional en Costa Rica, Semifinalista del concurso "Nuevas voces de Antofagasta" en CHile, Semifinalista del Tercer Concurso Internacional de Sinaloa 2011. Actualmente forma parte del Coro de la Universidad Veracruzana.

Ha cantado los roles de: 2 Dame (Die Zauberflöte de W.A. Mozart, 2014) en Weimar, Alemania; Cndesa de Almaviva (Le Nozze di Figaro, W.A. Mozart, 2017) con la Orquesta Filarmónica de las Artes; Mimi (La Boheme, 20149; Fiordiligi (Cosi Fan Tutte de W.A. Mozart, 2014); Veronique (Le Docteur Miracle, G. Bizet, 2016); Suor Angelica (Suor Angelica, G. Puccini, 2015 y 2016); MArcelina (Le Nozze di Figaro, 2017) con la Southern Arizona Symphony Orchestra.

NOTA: Los boletos de categoría general ya están en preventa en todos los abarrotes Fasti de Xalapa, Banderilla, Coatepec, Emiliano Zapata, Rinconada, Cardel y Carrizal; los boletos para estudiantes e INAPAM se pueden adquirir en Realia (Instituto Universitario para la Cultura  y la Artes) en Xalapeños Ilustres #66 Centro de Xalapa; y en la Escuela de Escritores y Cinematografía Sergio Galindo de la SOGEM, en Privada de Rafael Ramirez #29 Xalapa-Enríquez. La preventa será hasta el día 29 de noviembre, posteriormente se podrán adquirir en la taquilla del Teatro JJ Herrera.

Graciela Pérez será la conductora de medios


Graciela Pérez Flores, Soprano


                 Torcuata Guerrido Tarabllia es, en El amor en tiempos apocalípticos, una popular conductora de un noticiero por medio del cual te puedes enterar de todas las malas noticias que ocurren en la aldea global. Pero ella no es del todo feliz, porque preferiría que la vida le hubiese reservado otro destino ¿Qué es lo que Torcuata hubiese querido ser? Torcuata será interpretada por Graciela Pérez Flores.
Soprano Veracruzana, inicia en la Escuela Municipal de Bellas Artes, posteriormente en el Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz, Lotte Lehman Akademie (Alemania) y “L’Arte della coloratura” con la renombrada Soprano Stefania Bonfadelli y el director de orquesta Simone Marzialli (Italia). Su formación vocal es con el Tenor Armando Mora, Eugenia Garza, Olivia Gorra, Genaro Sulvarán, Marry Mills, Thomas Mosser, Janet Williams y los coachs Rogelio Riojas, Jim Demster y Joseph Olejowsky.
Invitada con programas de ópera, oratorio y música mexicana en la Banda del Estado de Veracruz, las Orquestas Municipal y de Cámara de Xalapa, Pauta Nueva, Daniel Ayala y  Camerata 500 años.
Ha cantado Internacionalmente en el Castillo Orsini-Odescalchi y foros artísticos de Roma;  la iglesia Groß Gottschow en Plattenburg, foros artísticos de Perleberg, Wittenberge, Glövzin y el Castillo Grube en Prignitz (Alemania), Teatro Astral y Casa de Cultura de la Habana (Cuba). Y nacionales en los teatros: Ignacio López Tarso (México), Gutiérrez Barrios (Boca del Rio), Reforma y Clavijero (Veracruz), Nezahualcóyotl (Tlacotalpan), del Estado, foros y Festivales artísticos de Xalapa y Oaxaca. También en San Juan de Ulúa (Veracruz), la Batería de Antón Lizardo, los Museos: Nacional del Virreinato (Tepotzotlán) y El Carmen (México).
Funda ModusOPERAndi con el tenor Italiano Paolo Pagnozi, y la A.C. Clan de Artes Escénicas Proyecto Antares con la Bailarina española Isabel Hernández. En 2017 participa en el 1er Seminario de Zarzuela del país, organizado por la Sociedad Internacional de Valores Artísticos Mexicanos.
Ha interpretado a la Duquesa Carolina de la Zarzuela Luisa Fernanda, Goldentrill del “El Empresario” de Mozart, Gilda en Rigoleto, Rita de la opera homónima de Donizetti, Sara de la Opera Tropical de Francisco Christen,  La pirata Ywen, Opera San Juan de Úlua de Israel Cahue, Dentro del Oratorio la Misa Criolla de Ariel Ramírez, San Sebastián el Asaeteado de Cahue, Stabat Mater de Pergolesi.


NOTA: Los boletos de categoría general ya están en preventa en todos los abarrotes Fasti de Xalapa, Banderilla, Coatepec, Emiliano Zapata, Rinconada, Cardel y Carrizal; los boletos para estudiantes e INAPAM se pueden adquirir en Realia (Instituto Universitario para la Cultura  y la Artes) en Xalapeños Ilustres #66 Centro de Xalapa; y en la Escuela de Escritores y Cinematografía Sergio Galindo de la SOGEM, en Privada de Rafael Ramirez #29 Xalapa-Enríquez. La preventa será hasta el día 29 de noviembre, posteriormente se podrán adquirir en la taquilla del Teatro JJ Herrera.

Mariem Baruch interpretará a Citlali

Citlali es una quinceañera mexicana, sensible, amante de la ópera y con tendencias suicidas que se enamora de un chico marroquí pobre. Ella hace caso omiso de las advertencias de que los amores de lejos son para pensarse y no le importa que entre ambos exista un océano de por medio y grandes diferencias culturales y religiosas, pues cree en el triunfo del amor. Es una chica inteligente y estudiosa que valora el lado positivo de la cultura árabe, incluída la islámica y no participa de los lugares comunes que segregan a las diferentes nacionalidades.

Renée Mariem Baruch González Soprano. Licenciada en Música opción Canto con Mención Honorifica y en Educación Musical ambas por la Universidad Veracruzana. Inicio sus estudios musicales en la Escuela de Iniciación Infantil “Mi Sol” y en el Centro de Iniciación Musical Infantil de Xalapa. Formó parte del coro “La Pequeña Cantoría” dirigido por Ana Elgarte. Comenzó sus estudios en canto con Armando Mora en 2006. En la Facultad de Música de la U.V. Ha tomado clases magistrales con Josep Cabré, Zinzuny Cardel, Mónica Chávez, Liliana Gómez Arzápalo, Alejandra Sandoval, Joaquín Ledesma, Gabriela Herrera, Violeta Dávalos, Cynthia Lawrence, Mark Calkins, Katherine Ciesinski, Claude Corbeil, Maureen O´Flynn, Yvonne Garza, Bernardo Villalobos, Carol García, François Le Roux, Christi Amonson, Sandra López, Laura Alonso, Kristin Dauphinais, Charles Oppenheim, Jessica Fishenfeld, Andrew Stuckey, Carsten Wittmoser, Rogelio Riojas, Sergio Vázquez, Joan Donermann, Teresa Rodríguez, Vlad Iftinca, Yelena Kurdina, Jorge Parodi, André Dos Santos, Ugo Mahieux, Xavier Ribes, Fabio Bezuti y James Demster.

Ha participado como solista en las óperas “La Flauta Mágica” de Mozart (2do Espíritu, 2006); “Dido y Eneas” de Purcell (2da Mujer y 1ra Bruja, 2010), “El Teléfono” de G. Menotti (Lucy, 2013), “Hansel y Gretel” de Humperdinck (Sandmännchen y Traumännchen, 2014) “El Empresario” de Mozart (Madame Silverpeal, 2015), “Tropical” de Francisco González Christen, (Minnie, 2015). Y en los oratorios “Requiem” de Faure (2011), “Gloria” de Vivaldi, “Ceremony of Carols” de B. Britten, en las Cantatas BWV 51, 62, 112, 147, 199 y Bux WV 39. Fue finalista en el Concurso de Canto MexicoLiederFest 2016 y semifinalista en el 1er Concurso Internacional de Canto Lírico del Festival Internacional de Música Vocal Jalisco Canta 2015. Ha sido invitada como solista con la Orquesta de Cámara de Xalapa, Orquesta de Guitarras de Xalapa, Orquesta de Guitarras de la Facultad de Música, Ensamble de Música Antigua, Academia Barroca de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, Orquesta Infantil y Juvenil del DIF y la Banda Sinfónica de Gobierno del Estado de Veracruz. Formó parte del Ensamble de Madrigalistas de Xalapa, del Taller de Ópera y del Ensamble de Solistas de la Facultad de Música. Laboró en el Ensamble Vocal de la SEV (2011) y la Compañía de Teatro Infantil de la SEV (2012-2017). Actualmente forma parte del Coro de la Universidad Veracruzana, del Taller de Ópera de Xalapa y la Compañía de Vuelo (Danza contemporánea). Musicalizó, actuó y canto en la obra de teatro “Padre Fragmentado en una bolsa de plastico” (2016) de Ángel Hernández, en la coreografía “La Búsqueda de los Contrarios” (2014), “Las Promesas del abismo” (2016) e “Instantes de una caída” (2016) de Citlalli Ramírez coreografías presentadas en el 21 Festival Internacional de Danza en Paisajes Urbanos: Habana Vieja Ciudad en Movimiento, en La Habana, Cuba.
 NOTA: Los boletos de categoría general ya están en preventa en todos los abarrotes Fasti de Xalapa, Banderilla, Coatepec, Emiliano Zapata, Rinconada, Cardel y Carrizal; los boletos para estudiantes e INAPAM se pueden adquirir en Realia (Instituto Universitario para la Cultura  y la Artes) en Xalapeños Ilustres #66 Centro de Xalapa; y en la Escuela de Escritores y Cinematografía Sergio Galindo de la SOGEM, en Privada de Rafael Ramirez #29 Xalapa-Enríquez. La preventa será hasta el día 29 de noviembre, posteriormente se podrán adquirir en la taquilla del Teatro JJ Herrera.

Alex Solano interpretará a "Ibrahim"

"Ibrahim" es el chico marroquí del cual Citlali se enamora. Es un muchacho talentoso, sensible, que enamora a las mujeres con sus canciones. Pero es huérfano de padre, pobre y menor de edad, por lo que no le es fácil salir de su país. También es víctima de los estereotipos raciales y culturales: por ser musulmán todo el mundo teme que sea un terrorista, lo cual frustra aún más sus aspiraciones artísticas.

ALEJANDRO SOLANO
Inició sus estudios musicales en el Conservatorio de Música del Estado de Puebla y posteriormente en la Licenciatura con terminal en Canto en la Escuela de Artes de la BUAP. Ha recibido clases de perfeccionamiento operístico con los maestros: Encarnación Vázquez, Lourdes Ambriz, José Guadalupe Reyes, Luis Ledesma y Jesús Suaste (México). En el Festival Internacional Ars Vocalis estudió con Francisco Araiza (México), Turid Karlsen (Alemania), Julio Muñoz (España), Rogelio Riojas-Nolasco (México) y Genaro Méndez (Estados Unidos). En 2007, fue distinguido como Becario de Proyectos Artísticos y Culturales del Instituto Mexicano de la Juventud realizando los conciertos didácticos “Cantos de Ayer, Vida de Hoy”, por lo cual también se le otorgó un reconocimiento por “valiosa aportación a la difusión y preservación de la cultura de Puebla” por parte de la Secretaría de Cultura y Gobierno del Estado de Puebla. Como cantante solista, ha participado en los más importantes escenarios del interior de la República, destacándose su participación en el Festival Cervantino en Guanajuato, Festival Bel Canto de Actopan, Hidalgo, Festival Internacional de Puebla, curso de Perfeccionamiento Operístico en el teatro Ángela Peralta de Mazatlán, Sinaloa, así como el Festival Internacional Ars Vocalis donde debutó como Belcore en la producción de la ópera Elíxir de Amor de G. Donizetti. Entre sus múltiples actuaciones como solista también se encuentran diversos conciertos de música antigua y mexicana, trabajando con la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla, OSBUAP, Orquesta Sinfónica Nacional, OFUNAM, Orquesta Sinfónica de Xalapa, Orquesta Sinfónica de Oaxaca y Orquesta Sinfónica de Michoacán. Tuvo una destacada actuación en el Palacio de Bellas Artes con el Coro de la Ópera en las producciones de Turandot, de Puccini, dirigida por Francisco Rettig, así como Romeo y Julieta, de Gounod, dirigida por Enrique Patrón de Rueda. En 2010, estrena su primera producción discográfica titulada “Sueño de Juventud” con apoyo de CONACULTA y Secretaría de Cultura de Puebla, la cual presenta canciones de su autoría en distintos géneros musicales populares. En 2011 se le otorga el Premio Yohualli por su Trayectoria Artística. Recientemente representó a México en el Festival Internacional de Ópera de Costa Rica 2014 y es director del proyecto “Jóvenes cantando a México” y "El lado oscuro de la voz".  En 2015 interpretó a "El marido" en la ópera "Tropical", también producida por Katarsis de Xalapa y con música de Francisco González Christen.

NOTA: Los boletosde categoría general ya están en preventa en todos los abarrotes Fasti de Xalapa, Banderilla, Coatepec, Emiliano Zapata, Rinconada, Cardel y Carrizal; los boletos para estudiantes e INAPAM se pueden adquirir en Realia (Instituto Universitario para la Cultura  y la Artes) en Xalapeños Ilustres #66 Centro de Xalapa; y en la Escuela de Escritores y Cinematografía Sergio Galindo de la SOGEM, en Privada de Rafael Ramirez #29 Xalapa-Enríquez. La preventa será hasta el día 29 de noviembre, posteriormente se podrán adquirir en la taquilla del Teatro JJ Herrera.

miércoles, 31 de octubre de 2018

Gestación de El amor en tiempos apocalípticos

Desde hace varias décadas había querido componer una ópera. El canto nunca se me ha dado. En mi juventud quise ser cantante de rock o de rancheras, pero heredé de un familiar muy querido la dificultad para entonar adecuadamente cualquier clase de melodía. Esta característica por poco y me cuesta la carrera en el Conservatorio Nacional de Música (el CNM), donde en un examen final logré el 20% de 100 puntos posibles, que en una escala del cero al diez equivale a dos (REPROBADO). Afortunadamente en rítmica y dictados armónicos y contrapuntísticos mis calificaciones eran del 100% y por más que le hicieron, no pudieron expulsarme del CNM.
Esta dificultad me retrasó en el proyecto de hacer canciones populares. De hecho, no tengo canciones populares (las mías no son impopulares, pero nadie las conoce). Algún compañero piadoso que sabía canto me dijo "vocaliza" "¿qué es eso?" "ejercicios como éste y éste". De modo que he logrado superar mi gran dificultad al menos cuando estoy entrenado vocalmente. Mas como compositor sé perfectamente lo que quiero. Creo que sí logré desarrollar un oído interno, siguiendo los ejemplos de Mozart y Beethoven. El ejemplo más famoso es el de Beethoven, quien terminó su novena sinfonía estando privado de su oído externo, al grado de estar más sordo que una tapia. Pero conservó su oído interno. Prueba de ello es que muchos ritmos recurrentes de su obra final son parecidos a los de un corazón con arritmia; es decir, que Beethoven tomaba como modelo los latidos de su propio corazón. Lo demás lo construía con su memoria auditiva y su indiscutible capacidad creadora. Mozart, por su parte, para escribir una obra orquestal, lo hacía directamente sobre el papel. Este dato me lo pasó Mario Lavista, cuando fue mi profesor en el Taller de Composición de INBAL, hacia 1973. Otros compositores, como Haydn y Beethoven, primero hacían una versión para piano y luego la orquestaban; lo cual, a la larga, les traía algunos problemas, porque no todo lo orquestal es pianísitico y viceversa. Se podría decir que Mozart era un poco flojo al respecto y para evitar tener que orquestar la partitura pianística, componía directamente el score orquestal. Por eso no tenía problemas para hacer sonar orquestal algo pianístico; es decir, sus obras orquestales son más "naturales" que la de sus colegas pianísticos.
Es incluso un placer ir a otra ciudad con tus sketches, tu papel pautado, tu goma, tu lápiz y meterte a un café a inventar música sin el apoyo de instrumento alguno. Hay personas que son virtuosos de un instrumento musical pero incapaces de componer algo relevante; y, por el contrario, habemos verdaderos palurdos para cualquier instrumento musical que podemos desenvolvernos con relativa facilidad en el arte de componer música. Se dice que Debussy e Igor Stravinsky eran pésimos pianistas. La verdad es que si uno no destaca como instrumentista, no es buena idea tocar nuestras  creciones de propia mano. Me sucedió con mi primer estreno, las Diferencias sobre el prisionero para guitarra (1975). Yo había acreditado los primeros tres años de guitarra en el CNM y pasé al siguiente nivel con 95% de calificación; es decir, era un aprendiz. Cuando yo las tocaba, me deprimía, porque pensaba que era un compositor mediocre; sin embargo, logré convencer a Alfonso Moreno (Ganador de dos concursos de la ORTF en Francia, esto es, Bicampeón Mundial del arte guitarrístico) y las estrenó en la Sala Alvar Carrillo Gil de la ahora llamada Ciudad de México. El resultado es que Alfonso tocó la música exactamente como yo la imaginaé y no como salía de mis manos. Dicen que Johann Christian Bach, el hijo menor de J.S. Bach, cuando debutó como compositor y oyó su primera obra se preguntó ¿Yo hice eso? ¿¿Yo hice eso?? pues estaba maravillado con el resultado. Yo no me hice esa pregunta, porque sabía que era lo que yo había escrito, pero estaba tan feliz como Johann Christian, porque mis piezas realmente sonaban bien. Esto también tiene que ver con el arte de la interpretación: un buen músico salva a una mala composición en tanto que un mal músico echa a pique a la mejor obra de la historia de la música. En el caso de mis Diferencias sobre el prisionero, estoy consciente de que no son la mejor obra de todos los tiempos, pero tampoco la peor. De hecho, me dí cuenta de su nivel el día del estreno, porque Alfonso a continuación tocó una versión de la chacona en re menor de J.S. Bach, una obra gigante en todos los aspectos.
Y ya que mencioné a Mario Lavista, tras una revisión de nuestras tareas, comentando los trabajos de Lilia Vázquez y los míos, me hizo una observación que en ese momento no tomé en serio. Yo estaba apachurrado por la gracia con que Lilia tocaba al piano sus trabajos al estilo de Mozart. Lo que pasa, dijo Mario, es que tu "punch" es de compositor de óperas. Por decir, más "pesado", pero también más impactante. El toque de Lilia era esencialmente pianístico y por eso se movía como pez en el agua en esa faceta de la música mozartiana, en tanto que yo, negado para cantar y torpe en el piano, me tenía que contentar con lo que oía en mi imaginación. Y si se me ocurría pasarlo por la guitarra o el piano, me deprimía oír el resultado.
Muchos años después, ya siendo profesor de tiempo completo en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana, con idea de actualizarme me inscribí a un seminario de "Técnicas y perspectivas de la composición musical al final del mileno" (1996) en el Conservatorio de las Rosas, de Morelia, Michoacán. Ahí conocí al Doctor Emil Awad y tras de él la obra de Schenker y algunos compositores norteamericanos como Milton Babbit, Donald Martino y Elliot Carter, entre otros  personajes. En el ámbito de la música tonal, fue el análisis schenkeriano el que me destrabó respecto de la música vocal. Ya andaba cerca de lograrlo, pues en mi calidad de profesor de Historia de la Música, me encantaba el tema de la polifonía vocal del siglo XVI y los inicios de la ópera en el XVII. Haciendo un esfuerzo sobrehumano, vocalizando en casa para no hacer el ridículo frente a mis alumnos, cada vez que podía finalizabamos el semestre con una audición pública con obras corales de los siglos XIV, XV y XVI. Palestrina era uno de mis grandes amores. Esto lo hacíamos "A Capella". Pero fue la técnica Schenkeriana la que me ayudó a escribir los pasajes tonales de mi primera ópera, Tropical (2007). 
Mi doble formación universitaria, pues también soy Licenciado en Derecho, me desarrolló la capacidad de investigar y eso también me ayudó a desarrollarme: me leí varias biografías de Verdi, Monteverdi, Richard Strauss, Mozart, Puccini, Rossini y Vicenzo Bellini, lo que se sumó a las cápsulas informativas que ya conocía gracias a mi labor como profesor de Historia de la Música; estas cápsulas eran tips de cómo resolvían algún problema diversos compositores como Lully, Hindemith, Wagner, etc.
El hecho es que componer Tropical era un compromiso sujeto a tiempo, pues fue mi tercer proyecto como Creador con Trayectoria por el Instituto Veracruzano de la Cultura y a marchas forzadas tuve que escribir hora y media de música vocal en aproximadamente seis meses cuando en el resto de mi vida sólo había logrado componer dos piezas importantes, una para voz y piano y otra para voz y orquesta. La canción para voz y piano la estrenaron Maria Rosa Zaragoza y Raúl Ladrón de Guevara, que en paz descansen y de quienes me acuerdo en estas fechas para que viva eterna su memoria. Si bien la canción que ellos estrenaron (La Tierra) resultó ser algo densa y con algunos problemas para la cantante, Maria Rosa Zaragoza me señaló un pasaje y me dijo "no te preocupes, quien escribe una línea como ésta es que va a ser muy bueno escribiendo música vocal".
La obra orquestal, en cambio, se llama Fantasía sobre un Villancico Mexicano (1986) que se estrenó el en XII Festival de Música Nueva organizado por Manuel Enríquez (QEPD). Ahí puse a la soprano a cantar en su registro grave acompañada por trombones y tuba. "Total, les pido pppp y que lo toquen staccatto y con sordina y listo". Al final del concierto, se me acercó Manuel y me dijo: la cantante se quejó amargamente porque la hiciste cantar en su registro más débil acompañanda por una división  Panzer". "No te preocupes", continuó Manuel, "las quemadas educan. Y como arden, nunca se olvidan. Si hubieses pedido una mezzosoprano nadie se habría quejado. En cambio, el sol agudo que le pusiste al final le encantó, y aunque tenía toda la orquesta tocando en forte, su voz se escuchó sin ningún problema".
Mi siguiente relación con la voz fue una pieza rara que escribí mientras estudiaba un libro sobre Derecho Penal de Raúl Carrancá. Estaba estudiando el tema del Iter Criminis y quería aprenderme en un teclado electrónico la primera suite francesa para clave de J.S. Bach. Lo que hice fue grabar el texto y escucharlo como audio libro para oírlo mientras tocaba con la mano derecha sobre una grabación de lo que correspondía a la mano izquierda. Como a los teclados modernos les puedes pedir lo que sea, tuve a bien grabar las voces graves en timbre de violoncello. El resultado es que se me cruzó la información en la mente. También influyó un trabajo de fin de curso de un muchacho de apellido Paleta quien hizo cantar a la soprano Giselle Pacheco acompañada por cello y contrabajo. Algo así como La Bella y La Bestia. La Bella dando clases de Derecho Penal explicando cómo por la mente del asesino se le ocurrió echarle sal común a una mujer emparazada creyendo que era un abortivo, y dicho esto alternando con sentencias en latín. La obra la estrenó la soprano Guadalupe Colorado con otros compañeros cuyo nombre no recuerdo en este momento, en un arreglo que hizo la Maestra Lidia Kusielczuck. Si bien se trataba nada más de un examen público de final de curso de la materia "conjuntos de cámara", estuvo por ahí un reportero que nos hizo una reseña muy favorable. Posteriormente Giselle Pacheco grabó un CD donde esta obra alternó con composiciones de carácter romántico y más bien meloso. ¡Imagínense una novela negra en el escaparate de una librería especializada en novelas rosas! Seguramente los que la oyeron pensaron en que yo estaba rematadamente loco, pero que era el más original de todos.
Es fascinante el mundo de la voz humana así como el de la instrumentación. Las flautas no pueden tocar forte en el registro grave, pero su sonoridad es maravillosa; en cambio, un oboe si puede, pero suena algo así como un pato salvaje graznando. El caso es que tuve que escribir Tropical a marchas forzadas y hacerlo viable para la voz humana, lo cual creo que lo conseguí. Ahí les comparto un link:
Desde luego que el camino que me llevó a Tropical me allanó el camino para escribir la música de "El amor en tiempos apocalípticos" (2016). La diferencia es que el libreto de Tropical lo escribió Emilio Carballido (1925-2008) y para mi segunda ópera el libreto lo escribí yo. Dirán que esto es un gran atrevimiento de mi parte y una gran falta de respeto a los literatos. Pero no es así: en 2011 asistí a un diplomado de cinematrografía en la Escuela Veracruzana de Cine Luis Buñuel, dirigida a la sazón por Marcel Sisniega (otro difunto del cual, al igual que Carballido, hago una remembranza por estas fechas). Entre otras cosas, llevé un módulo de guión cinematográfico con Giselle Amezcua (discípula de Emilio Carballido) y una clase con Martín Zapata (muy importante para entender "la curva aristotélica"). Esto, aunado a mi espíritu investigador, me ayudó mucho, pues leí los libros "The End" de Jean-Claude Carrière, "Las paradojas del guionista" de Daniel Tubau y "El guión" de Robert McKee. Por cuanto a dramaturgia, leí "El arte de la escritura dramática" de Lajos Egri y "Principios de construcción dramática" de Edgar Ceballos.
Pero mi relación formal con la palabra inició en 1995 con un curso-taller llamado "Sensibilización a la creatividad mediante la palabra" impartido por el escritor Ricardo Yáñez Lopez en el Centro de Estudios Superiores de Xalapa. Posteriormente, hacia el año 2012 me inscribí a un taller de "Biografía Novelada" impartido por el escritor Irving Ramírez en su escuela para escritores "Sergio Galindo". Tanto Giselle Amezcua como Irving Ramírez nos recomendaron escribir un "Diario del escritor", práctica que puede ser una fuente muy valiosa de ideas e historias para escribir en varios géneros literarios y cinematográficos. La relación con la escuela "Sergio Galindo" se interrumpió porque asistí a una Maestría en Producción Artística y Marketing Cultural, de la cual ahora soy un egresado. Estando en esa escuela (Realia, Instituto Universitario para la Cultura y las Artes) me enteré del taller de "coaching para escribir tu obra" que impartía Héctor D'Alessandre, del cual tomé los dos talleres que ahí se ofrecieron. Posteriormente, en mi calidad de director de Katarsis de Xalapa, organizamos un tercer taller que se impartió en nuestro Centro de Artes Katarsis; el cual, por supuesto que también cursé. Finalmente, regresé a la escuela Sergio Galindo, donde volví a llevar un taller de guionismo cinematográfico, así como tres talleres de poesía, tres de cuento y otros tres de novela, así como uno de Shakespeare y otro de dramaturgia. En resumen, he tomado con mucho respeto mi preparación literaria y ahora debutaré como libretista, el primero de diciembre, en el Teatro J.J. Herrera, a las 20 horas, con conocimiento de causa. No soy el primer compositor que escribe sus propios libretos, y espero no ser el último: Richard Wagner hacía lo mismo. Por cierto que él nació un 22 de mayo, lo mismo que su servidor y que Emilio Carballido. Según el compositor guatemalteco Jorge Sarmientos (cuya memoria espero que también sea eterna) eso es un reto muy difícil.

martes, 9 de octubre de 2018

Descanse en paz Fernando Ávila Navarro

Mi hija me comunicó la triste noticia de que el Director de Orquesta veracruzano Fernando Ávila Navarro ya falleció. Descanse en paz. Fernando llenó una época importante de la Orquesta Sifónica de Xalapa durante los catoece años en que estuvo al frente de ella. En ese momento la institución tuvo que enfrentar dificultades económicas, pero Fernando la hizo crecer en varios aspectos. Ávila logró interpretar por primera vez en Xalapa sinfonías de Brahms y pasó a la historia por la puerta grande con una sublime versión de la novena sinfonía de Beethoven en contrapunto con un ballet coreografiado por Xavier Francis. Yo no estuve en ese momento memorable, pero los que asistieron, aún se acuerdan de ese concierto glorioso e irrepetible.
Fernando, además de ser un apasionado músico, también gustaba de jugar al ajedrez a un nivel bastante fuerte, sin dedicarse a él de manera profesional. Otra de sus pasiones eran las computadoras y su aplicación tanto a la música como a las artes plásticas. Por él me enteré de la primera película Terminator. ¿Qué más se puede decir? Se pueden decir muchas cosas más, que Fernando tenía una charla amena y docta pero no caía en la pedantería o que a veces desplegaba un humor picardiento a la veracruzana. Se jubiló como director de la OSX pero no de la música, pues hasta el último momento estuvo dando clase en la Facultad de Música, donde formó a varios jóvenes directores. Sobre todo, Ávila parecía un hombre fuerte que nunca se iba a morir, pero la vida tiene la característica de que todo lo que empieza tiene que terminar. No es que me agrade la idea, pero es mejor tenerlo presente. El cristalino de mi ojo izquierdo también por servir ha dejado de funcionar. No debo estar mucho tiempo frente a la computadora. No me queda más que despedirme con la triste frase "adiós amigo". Estoy esperando que ésta sea una fake news y Fernando me reclame por haberlo dado por muerto. Pero me temo que no lo es.

miércoles, 3 de octubre de 2018

MARÍA LA VOZ

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MARÍA LA VOZ

Relato de Francisco González Christen

Mis compañeros de la escuela de teatro me invitaron a un performance en una vieja casona del Paseo de la Reforma, en el Distrito Federal. Todo estaba oscuro, había mucha gente en esa mansión de fines del siglo XIX. Todos intelectuales, artistas, críticos y pousseurs. Al centro de la sala estaba un féretro con la tapa abierta para que se pudiese ver a través de una ventana el rostro de la actriz que ahí representaba su papel.
            –¿No la reconoces? –Me dijo un amigo.
            –No ¿Por qué tendría que conocerla?
            –Quizá es un familiar tuyo.

La observé. Tenía la nariz algo larga, como las de mi madre, mis primas y mis hermanas. Pero no. No la conocía. Estaba demasiado joven para ser una tía lejana. Observé una plaquita explicativa que estaba al pie de la obra, que a modo de título decía «Aquí yace la vanidad». Sentí un escalofrío, porque era tan real la obra que parecía un funeral de verdad. Pero en un ritual así sería de mal gusto colocar semejante leyenda, por respeto a la difunta, salvo que el familiar que la colocó la odiase y estuviese fastidiado con esos arranques de vanidad.

Mis padres siempre han sido ateos y cientificistas, de modo que nunca me dieron una explicación satisfactoria sobre algunos eventos de mi vida que me parecían extraños y se salían de lo cotidiano. Como, por ejemplo, cuando en mi pubertad me llevaban al Puerto de Veracruz, hacia 1962. A menudo descansábamos en el Parque Zamora, donde había un kiosco donde vendían nieves y había una rocola donde salía la voz de María La Voz, también conocida como «La Voz de Ébano». Esta mujer cantaba una melodía cuyo texto era una arenga contra el racismo. Yo, de genes europeos, quedé impactado por la verdad de aquel discurso. Un hombre moreno, al ver que mis padres no respondían satisfactoriamente mis preguntas, se acercó a mí y con el permiso de ellos me empezó a explicar el porqué de esa canción. En seguida el cajero de la nevería se nos acercó y les dijo que no lo dejaran hablar, que María La Voz era una bruja y absorbía los éxitos futuros de sus víctimas para emplearlos en provecho propio, porque era una cantante mediocre. A mí no me pareció tal cosa. Todo lo contrario: me di cuenta que «La Voz de Ébano» era una voz profunda, sensual y entre más oscura, más fascinante.

            –Al niño le gustó la música, ¿Por qué no le dicen la verdad? –Dijo el hombre de piel morena.
            –No le gustó –Dijo el cajero.
            –Sí me gustó –Dije.
            –¡Váyanse de aquí y háganle una limpia a su hijo! –Dijo el cajero.

Mis padres pagaron la cuenta y nos retiramos del lugar. A ellos les divertía el suceso, tratando a los dos tipos como a un par de locos. Por supuesto que no me llevaron con algún  brujo de Catemaco para que me hiciese la limpia. Pasó el tiempo y “La voz de Ébano” dejó de sonar por la radio. Tampoco aparecía en la televisión. En su lugar entró la «Ola inglesa», con los Beatles por delante, seguidos de los Rolling Stones, los Kinks, The Herman Hermits y muchos más, seguidos por otros rockeros norteamericanos hasta llegar a Alice Cooper, Led Zeppelin, Jimmy Hendrix, Chicago y Pink Floyd, entre otros, quienes borraron del mapa a los músicos «vernáculos» mexicanos. Ya nadie quería escuchar música cantada en español.

Todo lo anterior no tendría importancia, de no ser porque, varias décadas después del perfomance-funeral me encontré con una convocatoria en el periódico donde daban un premio al productor que llevase a escena una obra basada en la vida de María La Voz. Las últimas tres obras que yo había producido fueron un desastre financiero. Me urgía el dinero para pagar las deudas adquiridas y si ganaba ese premio las cubriría todas. Cuando empecé a convocar a mi crew no faltaba quien me hiciese bullying a causa de ser un blanco intelectualoide rindiéndole homenaje a una negra de extracción popular. Pero esos dardos en vez de desanimarme me convencían más de la necesidad de mi proyecto, pues ya no se trataba solamente de ganar dinero: cada vez que uno de esos comentarios me hería, yo confirmaba la verdad de los versos de la canción que escuché al final de mi infancia en la rockola. La lucha contra el racismo cultural me dio una fuerza insospechada y mi proyecto pasó por encima de los demás. Después me enteré que tuve oponentes muy fuertes, apoyados por Doctores en Antropología. Pero, al hacer la investigación, cuando entrevistaba a los familiares de María La Voz, ellos me prefirieron. Incluso me pareció escuchar que desde otra habitación dos de ellos discurrían y decían “es él, es el elegido”.

El proyecto marchaba muy bien. Tras de haber ganado el premio inicial, conseguí un segundo apoyo gubernamental y  gané unos niveles de audiencia en los medios de comunicación que le permitieron a mi proyecto eclipsar la fama de Luis de Tavira por una larga temporada. Parte de la fuerza de mi proyecto es que logré convencer al mejor dramaturgo de América Latina que me escribiese el libreto para la obra. Y ¡O maravilla! No me cobró ni un centavo. Me dijo entre gitanos no nos vamos a leer la mano. Pero cuando tenga un excedente de regalías, lo invito a que se acuerde de mí.

Aproveché para darle un chance a mi hija, quien estaba a punto de egresar de la carrera de teatro. Desde mi punto de vista era una oportunidad de oro: iba a debutar llevando el papel principal de una obra escrita por el Shakespeare mexicano, producida con harto dinero y en la cresta de la ola de un tsunami de noticias culturales y del espectáculo. Ya quisiera yo que mis padres me hubiesen dado una oportunidad así. Por el contrario, siempre se burlaron de mis aspiraciones y me obligaron a estudiar para laboratorista, hasta que me revelé, me fui del hogar paterno al Distrito Federal, trabajé como empleado en una franquicia norteamericana productora de hamburguesas y en mis tiempos libres estudié Producción Teatral, hasta que pude ganar dinero como extra tanto en obras de cine como de teatro. Eso me ayudó a entrar en el ambiente, pero me costó un gran esfuerzo y me tomó mucho tiempo para lograrlo. De hecho, el proyecto de María La Voz era también para mí la gran oportunidad. Así como lo fue para el compositor Ignacio Piñeiro y La Voz de Ébano al principio de la década de los treinta del siglo XX: triunfaron en un teatro ante tres mil espectadores. Las ondas vibratorias de los aplausos hacían que se agitaran los pesados telones del teatro. De eso trató la obra del Shakespeare mexicano: desde el momento en que se conocieron hasta aquel triunfo contundente. Aquí si cabe un adjetivo terminado en “ente” aunque haga rima con “tridente” o “tu diente”. ¿Por qué con tu diente? Más bien fue con el mío. No sé por qué, desde los ensayos, mi hija se la pasaba mirándose al espejo o tomándose selfies con su celular. Llegaba tarde a los ensayos. Parecía desdeñar profundamente la obra. Parecía haber escuchado los comentarios de los intelecuales que me hacían bullying cuando inicié el proyecto. A mi me gusta que en los ensayos estén presentes todos los actores y listos para trabajar desde cinco minutos antes. Mi hija ponía un mal ejemplo peligrosísimo.

El Shakespeare mexicano se basó en mi investigación y en hechos de primera mano, pues cuando él era niño presenció una escena entre Ignacio Piñeiro y María La Voz. Esa escena fue el clímax de la obra Con sabor a trópico, la obra que nos sacaría del anonimato y de la pobreza. Ambos artistas tuvieron una discusión en torno al vestuario de La Voz de Ébano, que culminaba con una renuncia de la protagonista unas horas antes del estreno. Siempre me llamó la atención el hecho de que la fecha de nacimiento del Shakespeare mexicano era el 17 de junio de 1925 y la mía del 17 de junio de 1952. Si se dan cuenta, las cifras del año son las mismas, con una permutación. Pero más impresionante es que los dos somos Geminis y del mismo día.

Claro está que el Shakespeare mexicano no incluyó todo lo que averigüé en torno a la vida de María la Voz. Sólo me sirven tres momentos: cuando ella estaba en la pobreza, cuando él la oye cantar y la invita a participar, y cuando ella va al Distrito Federal y él no se acuerda que la invitó. El final lo voy a armar con mi anécdota, me dijo. Al principio me entristeció saber que muchos hechos quedarían fuera. Por ejemplo el suceso de cuando un hijo se le suicidó por estar borracho con una puta en un hotel de mala muerte ¿Para qué? El valor de mi obra es que María La Voz es una Cenicienta Negra que arriesga su sueño más anhelado por defender sus valores. No caben momentos trágicos. Mi obra no tiene un final feliz tipo Deus Ex Machina porque tiene un final orgánico, inevitable. ¿Tuvieron relaciones sexuales Ignacio Piñeiro y María La Voz?, me preguntó. No, le dije, ella era como una hija para él.

Yo pensaba que todo ese mundo de santería que estaba subyacente en la vida de María La Voz y sus familiares era fascinante. Incluso, un día, mientras elaboraba el proyecto oyendo viejas grabaciones de La Voz de Ébano, cuando estaba inmerso en una página web relativa a los Orishas, me llevé un susto marca diablo: estoy seguro de que había una presencia en mi estudio, una especie de ser humano vestido con una armadura entre medieval y futurista, metálica, gris, redondeada, que venía a pactar conmigo. El Cristo que estaba en el muro de mi estudio parecía invitarme a rechazarlo. El espectro exigía que le sacrificara una gallina negra en ese momento. Pero, ni la tenía a la mano, ni quería ensuciar con su sangre mi estudio ni me parecía ético sacrificar a otro ser para lograr mi triunfo. En la pantalla de mi computadora apareció un dato sobre uno de los Orishas, decía que si no le cumples con el sacrificio, éste se venga tomando vidas humanas. Odio cuando las coincidencias de la vida parecen justificar la existencia de la superstición. La verdad es que a los pocos días se murió el papá de una de las actrices y al día siguiente del estreno de la obra asesinaron a mi asesor de mercadotecnia. Y antes de que reestrenásemos la obra, al año siguiente, se murió el Shakespeare mexicano.

Tampoco tenía sentido decir que María La Voz tenía un cuerpo sensual en su juventud, pero que contrajo la diabetes y engordó hasta morir de esa enfermedad. Antes de casarme con la madre de mi hija, estuve casado con otra mujer. Un día íbamos de regreso a casa en mi Volkswagen por la Nueva Santa María del Distrito Federal y se nos cruzó un Dodge Darte verde con toldo color crema. Mi esposa de aquel entonces se puso furiosa. Tuvo una escena de celos ¿Qué no viste? ¡No te hagas! ¡Ibas en ese coche con otra mujer y una niña! ¡Esa niña es tu hija! No mames. Yo estoy aquí, contigo. Acabamos de pasar por un portal del tiempo ¿De cuál fumaste?

A mi ex le gustaba la brujería. Pero era una principiante y nunca fue buena con aquello de los portales del tiempo, según me dijo un concuño, muchos años después, el día de su funeral. Me acuerdo que en otra ocasión tiró las cartas del Tarot y de nuevo tuvo una escena de celos porque aparecía yo en el futuro con una amante rubia. La verdad es que la madre de mi hija es de piel morena. Pero sí, ya casado con mi segunda esposa tuve una amante rubia. La última vez que hablé con mi primera esposa ella se echó una carcajada: creí que me ibas a engañar con la rubia y en realidad a quien engañaste fue a la mamá de tu hija. Y mi amante rubia, a su vez, me dijo que yo no me había casado con Esmeralda, sino con María La Voz. Que ella me había embrujado. Yo sabía que ella estaba aplicándome el psicoanálisis, pero a nivel principiante: nunca encontré parecido entre Esmeralda y María La Voz, aunque ambas tuviesen la piel morena. O todas ellas eran brujas o todo esto era un cúmulo de supersticiones femeninas inaceptables e increíbles. Lo que más me irritaba eran las escenas de celos por hechos imaginarios.

Lo que sí fue verdad es que la noche anterior al estreno de la obra sobre María La Voz mi hija, por no haber ensayado como era debido, tenía problemas con algunos pasajes de la obra y estaba tan presionada que, hacia las doce de la noche, estalló en llantos y renunció a la obra. Sentí que la tierra me tragaba. Entre toda la compañía hubo un silencio espectral hasta que una de las actrices secundarias me dijo: no se preocupe maestro, si quiere yo hago su papel. Me sé la obra de memoria. Todos voltearon la mirada hacia ella, quien sintió el reproche colectivo a causa de su oportunismo, oportunismo que a mí me sabía a gloria en ese momento. El pianista nos invitó a serenarnos, a respirar unos minutos y a comprender la presión que afligía a mi hija. Así lo hicimos Y me hija regresó al proyecto. Terminamos el ensayo general y la obra se estrenó  varias horas después. Pues ya había entrado la madrugada cuando esto sucedió.

Logramos estrenar la obra. Pero el escenógrafo se emborrachó y no terminó su trabajo. La escenografía era exuberante y costó un dineral. Pero nunca llegó y tuvimos que estrenar la obra sin ella. Su ausencia me hacía sentir que me acribillaban de puñaladas por la espalda. El sonido tampoco funcionó: a causa de la escenografía, no colocamos una concha acústica y el teatro se tragaba la voz de los actores, proyectándola hacia el estacionamiento, pero en las gradas no se oía nada.

Otra cosa que el Shakespeare mexicano no tomó de mi investigación es que María La Voz tenía muchas enemigas. Ya saben, en el mundo del teatro y de la farándula las envidias están al por mayor. Hay una adivinanza en broma que plantea el número de actores que se requieren para cambiar un foco. La respuesta es cien, uno para que lo cambie y noventa y nueve para que digan que ellos lo podían hacer mejor. María La Voz  antes de salir a actuar bañaba el escenario con un perfume de marca Siete Machos que compraba en el mercado de Sonora del Distrito Federal o en algún lugar del Puerto de Veracruz, según donde le tocase la ocasión. Esto era para alejar las envidias, cosa que yo no hice. Un crítico de una revista de circulación nacional destrozó a mi obra, aprovechando estos fallos de la producción. Años después, la volví a estrenar, esta vez no hubo errores de producción y la campaña publicitaria, pese a algunos problemas, fue muy fuerte aún. Ahora el fracaso fue en la taquilla. Y mi hija volvió a estallar en nervios durante el último ensayo general, a las doce de la noche. Se peleó a muerte con el director de escena y me exigía que lo corriera a él o ella no saldría a actuar.

 Mi hija ha estado engordando y engordando. El doctor ya le recetó pastillas de metformina. Mi primera mujer ya murió. Varios días después apareció frente a la puerta de mi garaje un polvo parecido a cenizas humanas que no era fácil de limpiar porque se había adherido al suelo, como si estuviese sujeto a él con un pegamento industrial. Una de las canciones más populares de María La Voz era Cenizas. «Tan sólo cenizas, hallarás de todo lo que fue mi amor». Mi cuñada no sabía abrir y cerrar portales con precisión. Era una principiante, por eso es que echó sobre nuestra familia todo este cúmulo de desgracias y ella fue la más dañada. Mi concuño suena convincente cuando dice eso y parece ser un experto en la materia, pero yo conocí a mi primera mujer después del día en que asistí al performance de El Paseo de la Reforma. Nunca estuve seguro de si aquello era una representación teatral, una exposición de artes plásticas o un verdadero funeral. La verdad es que la figura humana que estaba dentro del ataúd se parecía a mi hija en el momento en que empezamos a ensayar la obra Con sabor a trópico. Todo eso son pamplinas y coincidencias, salvo que Einstein, Borges y Marshall Mcluhan tengan razón y el tiempo no sea lineal, como creemos la mayoría de los seres humanos.

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